Hay muchos factores que entran en juego para que un proyecto empresarial tenga éxito. Una idea genial, conocimientos y asesoramiento adecuado, un plan de mercado, financiación suficiente…y como base de todo esto, actitudes y aptitudes enfocadas a conseguir hacer realidad lo que empezó como un sueño.
Cuando un emprendedor o pyme llega a POLO positivo, esta aceleradora de empresas industriales ubicada en Burgos escucha, asesora y ayuda al crecimiento de los proyectos empresariales a través de los programas IMÁN de ideas, IMPULSO pymes y DESAFÍO industrial. Sin olvidar en todo momento fomentar cinco cualidades que median en una mentalidad favorable al emprendimiento. ¿Cuáles son los rasgos más importantes que influyen en el impulso de tu negocio?
Ilusión
La ilusión mueve el mundo, también en los negocios. Es el componente más intangible, no se puede explicar lo que implica, pero es el verdadero motor. Sin pasión y sin ilusión no existirían las marcas que consumimos y las empresas que las hacen posible. Para que una idea de negocio triunfe, por tanto, la ilusión por lo que haces y la fe en lo que conseguirás son fundamentales. De hecho, es una fuerza que desprenden los empresarios enamorados de sus negocios. Por eso, en primer lugar, responde a esta pregunta: ¿Te ilusiona tu proyecto? Si es así… ¡Adelante!
Iniciativa
La proactividad es esencial en el desarrollo de una idea de negocio. Es por ello por lo que es uno de los rasgos que mejor definen a los emprendedores: son profesionales con iniciativa. El emprendimiento supone búsqueda constante de posibilidades y toma de decisiones. De esta manera, conocer a fondo el ecosistema en el que te mueves y estar preparado para la acción, te ayudarán a la hora de decidir a dónde quieres llevar tu idea. Tomar las riendas es cuestión de aprendizaje. Te podrás equivocar, pero querrás seguir liderando tu negocio… ¡la actitud de la iniciativa es contagiosa!
Organización
La organización va de la mano de la iniciativa. Es una característica sin la que no podrías tomar decisiones. Iniciar una empresa o llevar tu pyme al siguiente nivel puede hacerte entrar en un mar de dudas y posibilidades, más en una época de abundancia de noticias, innovaciones e ideas de un consumo cada vez más rápido. El orden será el faro que te guía. Llegados a este punto es indispensable contar con una lista de prioridades y seguir nuestra propia hoja de ruta.
Perseverancia
Quizás la perseverancia es la cualidad más difícil de interiorizar porque es sinónimo de paciencia, constancia y esfuerzo cuando surgen dificultades. Emprender, mantener y hacer crecer una idea empresarial es, sin duda, un viaje en el que se pueden dar escenas de frustración, rechazo, competencia o falta de recursos y oportunidades. Además, es en los momentos complicados cuando más nos cuesta poner en práctica todas estas habilidades. Te será de ayuda recordar que el camino del éxito es largo y que las etapas de crisis no son eternas. La perseverancia tiene su recompensa y ningún triunfo está exento de trabajo, esfuerzo y paciencia.
Comunicación
El quinto elemento es la llave maestra para cualquier situación a la que te puedas enfrentar a la hora de emprender. La comunicación es la herramienta más versátil porque te ayudará a crecer en todos los escenarios. Por ejemplo, es básica para hacer networking y establecer una red de contactos útil en los que apoyarte cuando lo necesites. Cualquier empresa o profesional que te cruces en el camino puede ser de gran ayuda. La comunicación será básica para defender tu proyecto y para tener una excelente relación con todas las personas que pueden aportar y hacer crecer tu idea: inversores, socios, clientes, proveedores, consumidores, empleados o medios de comunicación. Cuidar la comunicación y saber cómo vender tu idea también contribuyen al éxito de tu negocio.
Cada emprendedor es un mundo. No hay dos iguales pero estas cinco cualidades son características comunes que aplicaron y mantienen los socios promotores de POLO positivo: Grupo Antolin, Aciturri, Gonvarri, Pascual y Fundación Caja de Burgos. Sean innatos o adquiridos, son cinco valores que te definirán como empresario de éxito, te aportarán seguridad y te harán estar orgulloso de tu actividad.