La industria es uno de los grandes estandartes de la economía española. En 2022, el conjunto total de estas actividades representó aproximadamente el 17,6% del PIB nacional con un valor añadido de 185.000 millones de euros. Estas cifras la sitúan como el segundo motor económico, solo por detrás del sector Servicios.
España es consciente del valor de la industria y, ante un contexto marcado por el Pacto Verde Europeo y el impacto de la crisis del Covid-19, el Gobierno presentó sus Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE). Uno de los más relevantes es el de Descarbonización Industrial, iniciativa clave en el impulso hacia una economía más sostenible.
Para ello, el PERTE de Descarbonización Industrial orbita en torno a la consecución de una serie de objetivos:
- 1. Descarbonización de los procesos de producción.
- Mejora de la eficiencia energética.
- Mejorar la competitividad del sector manufacturero.
- Promover la seguridad energética de España.
- Fomentar el uso de energías renovables.
- Fomentar la mejora del medioambiente.
- Creación de empleo de alto valor añadido.
H2CyL, gran aliada del hidrógeno verde en España
Uno de los grandes aliados para la descarbonización de la Industria es el hidrógeno y, más concretamente, el hidrógeno verde. Este vector energético es capaz de reemplazar a los combustibles fósiles sin emitir gases de efecto invernadero ni efluentes contaminantes. Además, gracias a su alta densidad energética y servirse de materias primas como el agua y la energía renovable, es una fuente de energía virtualmente ilimitada.
En España, la Asociación Castellano y Leonesa del Hidrógeno (H2CyL) se ha desmarcado como una de las principales organizaciones a la hora de promover este vector. Para ello, este organismo del que forman parte dos de nuestros socios promotores, Fundación Caja de Burgos e Hiperbaric, ha participado en acciones como HYPOP, que busca concienciar a la sociedad sobre su potencial energético y ha liderado iniciativas como el primer Congreso Nacional del Hidrógeno Verde.
Desafío Industrial apuesta por el potencial de este vector energético
Desde POLO positivo también somos conscientes del potencial del hidrógeno verde, que ya ha sido reconocido por los principales organismos europeos gracias a sus múltiples aplicaciones en industrias como la aeroespacial, alimentaria, metalúrgica, electrónica y de automoción, entre otras.
Por ello, el reto de nuestro III Desafío Industrial fue desarrollar una solución eficiente y sostenible que permita analizar la viabilidad del hidrógeno como combustible en aplicaciones industriales. El ganador de esta última edición, H2 Evolution Toolbox, es capaz de estimar la rentabilidad del producto en base a una serie de métricas, como sus emisiones de CO2 y su potencial contaminación del medio ambiente.
Este proyecto cuenta además con el apoyo de otros de nuestros socios, Gonvarri Industries, a través de nuestra iniciativa IMÁN de Ideas para su desarrollo y optimización dentro de la Industria. H2 Evolution Toolbox cuenta así con todos los recursos necesarios para contribuir a un sector como el hidrógeno renovable destinado a ser un sucesor energético capaz de vehicular los desafíos medioambientales.