Ester Porras, CTO en Aciturri
Sin la tecnología, el ecosistema industrial de Burgos no existiría. La revolución tecnológica aplicada a la industria ha sido clave para el mantenimiento y crecimiento de empresas como los socios promotores de POLO positivo. Tanto Aciturri, como Grupo Antolin, Gonvarri, Pascual y la Fundación Caja de Burgos han sido referentes en la apuesta por la innovación y la tecnología como estrategia de competitividad y desarrollo, lo que permite hablar de una fuerza industrial burgalesa moderna en la que se reflejan los emprendedores y pymes del presente y del futuro.
Liderando este desarrollo tecnológico está talento como el de Ester Porras, que lleva más de 20 años ligada a Aciturri en Miranda de Ebro, en los puestos de Directora de Innovación, Directora de Ingeniería e Innovación y Directora de Tecnología (CTO). Ester Porras es doctora en Física por la Universidad de Valencia, especializada en Innovación y Creatividad por la Universidad de Deusto, y en Gestión de Empresas de Base Tecnológica por la Escuela de Organización Industrial. En la actualidad es una de las directivas más importantes dentro de la industria aeronáutica nacional.
- ¿Cuál es su papel dentro de una de las empresas referentes del sector aeronáutico español?
Por un lado, definir y ejecutar la estrategia de desarrollo tecnológico de Aciturri para mantener la competitividad de la compañía en el sector aeronáutico, que es nuestra principal actividad. Y por otro, buscar oportunidades en nuevos mercados para asegurar un cierto nivel de diversificación que contribuya a la sostenibilidad de la compañía.
- ¿Cuáles son los principales retos tecnológicos del sector a nivel mundial y cómo los está enfrentando Aciturri?
La sostenibilidad es uno de los ejes principales en el desarrollo de nuestro proyecto, desde una triple perspectiva; social, de Buen Gobierno y ambiental. En este último aspecto, en el sector aeronáutico, y específicamente en el ámbito europeo, se ha planteado un objetivo muy ambicioso que es la aviación climáticamente neutra en 2050. Este enunciado se materializa en alcanzar en 2050 una reducción del consumo de combustible entre un 30% y un 50% respecto a los valores actuales y reducir a prácticamente cero la emisión de gases de efecto invernadero y CO2 mediante el uso de nuevos combustibles sostenibles incluyendo el uso disruptivo de H2.
En este marco, como desarrolladores y fabricantes de componentes de aeroestructura y motor de avión, tenemos que abordar desde el desarrollo de nuevas arquitecturas de avión hasta el uso de nuevos materiales más sostenibles que permitan reducir pesos y mejorar funcionalidades, pasando por desarrollar procesos de producción más eficientes y menos contaminantes. Además, es absolutamente necesario realizar todo este proceso desde una perspectiva digital profunda, desde el diseño hasta la entrega del producto final.
“Tenemos que abordar desde el desarrollo de nuevas arquitecturas de avión hasta el uso de nuevos materiales más sostenibles que permitan reducir pesos y mejorar funcionalidades, pasando por desarrollar procesos de producción más eficientes y menos contaminantes”.
- ¿Cómo está influyendo la cada vez más evidente transición verde de la economía?
Es el eje de transformación de todos los sectores. En nuestro caso afecta al producto, su arquitectura y su propulsión, pero también su operación, que requiere de una gestión distinta y optimizada del tráfico aéreo, así como de un enfoque distinto del mantenimiento y del fin de ciclo de vida que tenga más presente la reciclabilidad.
Además, como empresa industrial, tenemos que estar muy atentos a todos los aspectos ligados a la producción, desde la evolución hacia el uso de productos no contaminantes hasta la reducción de los consumos de energía o de residuos. En este aspecto Aciturri ha hecho un importante avance identificando y calculando el alcance integral de su huella de carbono, tomando como referencia la norma UNE-EN ISO 14064:2019, verificando este cálculo por parte de un tercero independiente e incorporándolo al registro del Ministerio de Transición Ecológica. Es el primer paso para adoptar medidas de reducción y compensación, y evidencia el compromiso con la sostenibilidad medioambiental y la incorporación de la huella de carbono al proceso de toma de decisiones de la compañía.
- Según un estudio reciente del Colegio Oficial de Ingenieros Aeronáuticos de España, el retorno de la inversión en innovación supone el 45% de las compañías a nivel global. ¿La innovación es decisiva en Aciturri?
Sin duda alguna. La innovación es la actividad que nos permite diferenciarnos y mantener nuestra competitividad. Los proyectos de desarrollo tecnológico nos permiten adquirir nuevos conocimientos que después, una vez alcanzado el grado de madurez adecuado, incorporamos a nuestros productos y procesos para ofrecer soluciones mejores y más eficientes al mercado.
Además, Aciturri es muy activa en proyectos de desarrollo en colaboración, lo que nos ha permitido ir tejiendo una red de colaboradores especializados en universidades, empresas y centros de investigación.
- ¿Qué ejemplos de proyectos de innovación tecnológica están desarrollando o tienen previsto desarrollar a corto/medio plazo?
Actualmente tenemos 11 proyectos de I+D en curso en el ámbito aeronáutico, tres de ellos colaboraciones europeas y dos financiados por CDTI a través del Plan Tecnológico Aeronáutico relanzado con gran éxito y aceptación en 2021. La mayoría de estos proyectos están centrados en el uso de nuevas tecnologías de fabricación como procesos fuera de autoclave o fabricación aditiva, más eficientes y por tanto más sostenibles, y en el desarrollo de componentes en nuevos materiales, específicamente en termoplásticos.
Pero, además, entre estos proyectos se encuentra nuestro primer proyecto dirigido al uso de hidrógeno en aeronáutica que ha sido recientemente aprobado en el nuevo programa marco de la Unión Europea Horizon Europe.
Por otro lado, durante este último año Aciturri ha alcanzado un hito especialmente relevante con su adhesión como Miembro Fundador a Clean Aviation, el partenariado público privado constituido por la Comisión Europea y la industria aeronáutica europea para desarrollar precisamente esas soluciones de aviación climáticamente neutra en 2050.
En este marco de Clean Aviation estamos confeccionando nuestras propuestas de desarrollo tecnológico en los tres pilares del programa: el avión de corto y medio alcance, el avión regional híbrido-eléctrico y el uso del hidrógeno como combustible alternativo.
Finalmente, y como parte de nuestra estrategia de diversificación, trabajamos en el desarrollo de tanques de combustible, tanto para aplicaciones espaciales como para el almacenamiento de hidrógeno en transporte terrestre pesado.
- ¿Qué perfiles de pymes, autónomos o startups del sector de la industria aeronáutica necesita el sector o podrían llegar a prestar servicios para Aciturri?
Orientado a las soluciones que puede proporcionar este colectivo, principalmente estamos detectando necesidades en el ámbito de la digitalización. En el ámbito industrial, debido a la gran variedad de equipos productivos y de gestión que utilizamos, y a su diversidad en cuanto a antigüedad, desde más de 10 años a esta parte nos encontramos con problemas de integración y comunicación que requieren soluciones específicas para cada caso.
Otras actividades de recorrido en nuestro sector son las relacionadas con los utillajes, donde necesitamos alternativas con materiales y procesos de bajo coste tanto para las fases de desarrollo como para producción, y el de prototipado rápido para acelerar las fases de desarrollo.
“La realidad indica claramente una falta de vocaciones científico-tecnológicas en general, y entre mujeres en particular. En mi opinión es muy importante actuar desde edades tempranas con el objetivo principal de mostrar que las STEM están en nuestro día a día en prácticamente todo lo que visualizamos y utilizamos”.
- Usted es uno de los ejemplos de éxito de desarrollo profesional de la mujer en el campo STEM. ¿Cuál ha sido su experiencia? y ¿qué pueden aportar empresas, entidades, instituciones y la sociedad en general para contar con más mujeres interesadas en estas profesiones?
Mi experiencia no difiere mucho de lo que dicen los indicadores en cuanto a que somos minoría en este ámbito. De formación soy física y ya desde mis estudios universitarios apenas teníamos una presencia del 15-20% en muchas clases. Sin embargo, he de reconocer que, en mi caso particular, ni en mi vida personal ni en mi desarrollo profesional me he encontrado con obstáculos significativos por mi condición de mujer en el campo STEM.
No obstante, la realidad indica claramente una falta de vocaciones científico-tecnológicas en general, y entre mujeres en particular. En mi opinión es muy importante actuar desde edades tempranas con el objetivo principal de mostrar que las STEM están en nuestro día a día en prácticamente todo lo que visualizamos y utilizamos, y proporcionando referentes que permitan identificar fácilmente actividades profesionales con los distintos itinerarios de estudios STEM.
En esta línea, llevo 3 años colaborando con el proyecto Inspira STEAM que es un proyecto de mentoring grupal en alumnos de primaria para el fomento de las STEAM (incluye además de STEM la A de Arts). Esta es una iniciativa, pero existen muchas más lideradas por empresas y por particulares que persiguen este mismo objetivo utilizando otras modalidades, por ejemplo, el programa BEBOT que promueven en Miranda de Ebro Fundación Caja de Burgos, Fundación Galletas Coral y Aciturri.
“Los objetivos medioambientales en 2050 junto con las necesidades de digitalización demandan un cambio disruptivo en el transporte aéreo que no se podrá hacer sin jóvenes profesionales que aporten nuevos puntos de vista y capacidades”.
- ¿Qué consejos daría a jóvenes que quieren emprender en el ámbito tecnológico industrial?, ¿Hay esperanza y potencial profesional en el sector de la aeronáutica?
Fundamentalmente que crean en sus ideas y no dejen de buscar los caminos para su desarrollo. La actividad industrial es clave para mantener la economía del país sana y dotarnos de autonomía, y hoy por hoy cualquier sector industrial tiene una carga muy alta de tecnología por lo que las oportunidades de crecimiento en este ámbito existen.
Respecto al sector aeronáutico, los objetivos medioambientales en 2050 junto con la necesidad de digitalización demandan un cambio disruptivo en el transporte aéreo, tanto en las aeronaves como en la gestión del tráfico aéreo y toda la logística que lo rodea. Esta transformación no se podrá hacer sin profesionales jóvenes que aporten nuevos puntos de vista y nuevas capacidades, por lo que sí, en mi opinión existe una gran oportunidad en el sector para una gran variedad perfiles profesionales.