José Ramón Gutiérrez, mentor especialista en innovación en POLO positivo
Estrategia Agile, metodología Lean, Producto Mínimo Viable…son algunos de los términos imprescindibles para moverse en el entorno startup. Son conceptos estrechamente ligados a la innovación empresarial y su conocimiento es clave si quieres sacar el máximo provecho a tus estrategias de crecimiento.
Encontrar proyectos y emprendedores innovadores es uno de los objetivos de los programas de POLO positivo, que cuenta con mentores como José Ramón Gutiérrez, uno de los encargados de guiar a empresarios y hacer que estos conceptos formen parte de su día a día.
Este mentor es el Director de Soluciones Industriales y Corporativas en Grupo Antolin, tiene un MBA por el Instituto de Directivos de Empresa y acumula más de 20 años de experiencia aportando soluciones tecnológicas para los sectores industrial y financiero.
¿Emprender en innovación tecnológica va unido hoy día a una estrategia ‘agile’?
En base a mi experiencia, considero que la estrategia ‘agile’ aporta valor, principalmente en las primeras fases de ideación, prototipado y testeo de la solución, puesto que las etapas iniciales requieren avances rápidos y retroalimentación continua. Según avanza el proyecto y dependiendo de factores como el tipo de tecnología empleada, complejidad del producto o servicio, podemos utilizar otras estrategias más tradicionales y también válidas que permiten crecer, consolidar y evolucionar el producto o servicio ideado previamente.
¿Se podría decir que el ‘pitch’ ha sustituido al plan de negocio tradicional?
Rotundamente, no. En mi opinión, antes de presentar la propuesta de valor que tenemos en mente hay que darle forma. Para ello sería conveniente utilizar herramientas que nos permitan hacer un plan de empresa, un estudio de viabilidad económico-financiera y un plan de marketing como mínimo, siendo muy deseable también desarrollar un prototipo o MPV (Producto Mínimo Viable). El ‘pitch’ es una herramienta más con la que hemos de ser capaces de mostrar la propuesta de valor y captar la atención de posibles inversores, potenciales clientes y en general del mercado.
¿Qué ventajas puede aportar la metodología Lean a un proyecto de emprendimiento o startup?
Muchas. En primer lugar, porque considero que el uso de una metodología como Lean (entendida como ciencia del método) reduce riesgos a la hora de desarrollar proyectos innovadores, especialmente cuando se ha demostrado que es válida como en el caso del emprendimiento Lean acuñado por el estadounidense Eric Ries.
Dentro de esta metodología, ¿cómo se desarrolla el aprendizaje?
Con Lean se trata de aprender, ver las cosas a través del aprendizaje y preguntarte antes de hacer algo qué es lo que aprenderás de ello. Así, apoyarse en otros emprendedores o expertos es fundamental y aquí es donde juegan un papel fundamental las incubadoras, como POLO positivo, que permiten dicha interacción.
Y para aprender es necesario experimentar…
Sí y a la hora de crear una Lean Startup debes empezar asumiendo que no sabes nada y estar dispuesto a experimentar ideas para comprobar si funcionan o no. Es aquí donde creo en la importancia que tiene saber diseñar experimentos (MPVs) para comprobar nuestras hipótesis.
¿Cómo podemos darnos cuenta de los aspectos que tenemos que mejorar?
A través del enfoque Data Driven. Una de las grandes ventajas que ofrece el ámbito digital es la posibilidad de medir y cuantificar buena parte de nuestros esfuerzos. Medir y evaluar tu trabajo te permitirá hacer cambios a tiempo y evitar poner todas tus fuerzas en problemas que ni siquiera existen. Lord William Thomson Kelvin ya lo definió de la siguiente manera “lo que no se define no se puede medir. Lo que no se mide, no se puede mejorar. Lo que no se mejora, se degrada siempre”.
Es decir, que tendremos que volver a la casilla de salida más de una vez…
Así es. El proceso Lean implica repetir una y otra vez, regresar a los pasos caminados y que pensamos que están superados hasta encontrar en ellos nuevas oportunidades. Otra vez el aprendizaje es la clave.
¿A qué ritmo?
El mundo avanza rápidamente, al igual que la tecnología y las modificaciones en los hábitos de los consumidores. Por ello, el pensamiento Lean es el que mejor se adapta a esta estructura: hay que moverse rápido, lanzar rápido al mercado, aprovechar las oportunidades e identificar rápido los errores y los fracasos.
“El uso de una metodología, como Lean, reduce riesgos a la hora de desarrollar proyectos innovadores”
En el caso del MVP, ¿se puede aplicar al campo de las soluciones industriales?
Desde luego, cada vez en mayor medida. Me explico: con la aparición de dispositivos de bajo coste como Arduinos, Raspberrys…la existencia de soluciones de desarrollo de aplicaciones ‘low-code’ como AppSheet y plataformas ‘Cloud’ como AWS, Google Cloud o Azure de Microsoft se pueden desarrollar no sólo MPVs sino proyectos de sensorización inteligente, gemelo digital, eficiencia energética, ‘machine learning’ y muchos otros. Todo con una inversión mínima y costes muy contenidos.
¿Qué palabras clave deberían tener en cuenta los emprendedores que quieran dirigirse actualmente al sector industrial, como aquellos que optan a los programas de POLO positivo?
Se me ocurren muchas, pero, para finalizar seré muy breve: si tengo que destacar las principales características de sus propuestas de valor me quedo con estandarización, escalabilidad, integración, seguridad y fiabilidad.