La presencia de la mujer en la industria en España ha aumentado considerablemente en las últimas décadas reflejando el creciente interés y su participación en la formación STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Aunque aún estamos lejos de poder hablar de un equilibrio de género, principalmente en puestos directivos, las mujeres ocupan cargos decisivos en empresas españolas determinantes para el conjunto de la economía nacional.
Según el informe ‘Mujeres e innovación 2024’ del Observatorio de Mujeres, Ciencia e Innovación (OMCI) las mujeres representan casi el 27% de la ocupación en el sector de la industria. Por ello, desde POLO Positivo hemos dedicado la segunda edición de nuestro evento anual Mujer e Industria a tres ejes: sostenibilidad, innovación y emprendimiento. Esto ha supuesto una radiografía del papel de las mujeres en ámbitos relevantes de la industria, destacando sus contribuciones esenciales y explorando sus oportunidades en liderazgo.
En primer lugar, la sostenibilidad es uno de los grandes retos de la industria para garantizar el desarrollo económico y social sin comprometer los recursos. La adopción de prácticas sostenibles en la industria no solo ayuda a reducir el impacto ambiental mediante la disminución de emisiones, el ahorro de energía y la gestión eficiente de residuos, sino que también impulsa la innovación y la competitividad.
Entre las tendencias detectadas en el ámbito de la sostenibilidad destacan que son más las mujeres que los hombres que buscan el impacto social de sus negocios, además del crecimiento incipiente de su presencia en la presidencia y consejerías dedicadas al medio ambiente y la responsabilidad social corporativa (RSC).
Por su parte, la innovación en la industria es crucial para mantener la competitividad y responder a los rápidos cambios del mercado global. La capacidad de desarrollar nuevas tecnologías, productos y procesos no solo impulsa el crecimiento económico, sino que también mejora la eficiencia y la sostenibilidad. Además, la innovación facilita la adaptación a nuevas demandas y oportunidades, permitiendo a las empresas mantenerse a la vanguardia en un entorno en constante evolución.
Entre las tendencias analizadas en el ámbito de la innovación se hallan el crecimiento del porcentaje de mujeres dedicadas a actividades innovadoras y su mayor presencia en los departamentos dedicados al arte de innovar dentro de las grandes compañías del IBEX 35.
Finalmente, el emprendimiento en la industria es fundamental para fomentar la innovación abierta, impulsar el crecimiento económico y generar empleo. El espíritu emprendedor estimula la competencia, mejora la calidad de los proyectos y aumenta la eficiencia en el sector. Además, la capacidad de los emprendedores para identificar oportunidades y adaptarse rápidamente a los cambios del mercado contribuye a un entorno empresarial dinámico y resiliente.
Al promover nuevas ideas y tecnologías, el emprendimiento no solo potencia el desarrollo industrial, sino que también asegura su sostenibilidad y competitividad a largo plazo. En este sentido, los últimos datos apuntan a un mayor protagonismo de las mujeres dentro del ecosistema emprendedor español, que las acerca cada vez más a la paridad.
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