La responsabilidad social corporativa es un motor en el liderazgo de las empresas cada vez con mayor relevancia. Prueba de ello es POLO positivo.
Nacido de la RSC para impulsar proyectos de emprendimiento que cumplan valores como la honestidad, la sostenibilidad y la satisfacción de necesidades.
Estos objetivos se pusieron sobre la mesa en la década de los `90 por la Comisión Europea. El objetivo era instar a las empresas a que combinar prosperidad económica con RSC.
Cada empresa debe encontrar cuál es la mejor forma de aportar al contexto en el que opera. Y aquí es donde reside la piedra filosofal de POLO positivo. Sus cinco socios potencian esta iniciativa para fomentar el emprendimiento desde sus respectivas líneas de responsabilidad social corporativa.
Esta unión de multinacionales de distintos sectores junto a una Fundación no es muy habitual. Por suerte, hay factores que han favorecido que la iniciativa tome forma.
- voluntad de devolver a la sociedad lo que ésta les ha aportado
- sensibilidad con una zona en riesgo de despoblación
- aportación económica al lugar en el que estas empresas dieron sus primeros pasos
- compromiso con el sector industrial
- apuesta real por la innovación
- perseverancia en el apoyo a emprendedores y pymes
- responsabilidad social corporativa clara en los socios promotores.
La difusión de la responsabilidad social corporativa
En el primer trimestre del año, POLO positivo ha estado presente en tres eventos. Esta difusión permite poner en valor su identidad marcada por la responsabilidad social corporativa.
El 27 de febrero la Casa del Cordón acogió la rueda de prensa de presentación de la iniciativa empresarial. En ella se desgranaron los diferentes programas de apoyo al sector emprendedor y las peculiaridades de cada uno.
Acudieron representantes de todos sus socios promotores: Grupo Antolin, Gonvarri, Fundación Tomás Pascual y Pilar Gómez-Cuétara, Aciturri y Fundación Caja de Burgos.
El 28 de febrero, Rafael Barbero, director general de Fundación Caja de Burgos, acudió a Valladolid al evento Nuevos modelos de RSC ante mercados cambiantes. El encuentro fue organizado por Castilla y León Económica en el Museo de la Ciencia de Valladolid, y patrocinado por Novartis y Fundación Caja de Burgos.
El 15 de marzo, durante el Consejo Industrial de la patronal burgalesa, Barbero detalló el valor diferencial de POLO positivo. Destacó el conocimiento y el apoyo que estas empresas promotoras pueden aportar en asesoramiento, provisión de espacios de trabajo, networking, financiación…
La jornada tuvo lugar en la sede del Instituto Tecnológico de Castilla y León (ITCL) con motivo del 30 aniversario de su centro. Varios socios promotores de POLO positivo forman parte del ITCL, como un símbolo más de su compromiso con el sector secundario.
La difusión de la Aceleración de Proyectos Industriales continúa en la web.
Si emprendes, hazlo con la RSC como guía.
